El internet es un lugar maravilloso. Casi siempre. Y gracias a las maravillas modernas que nos trae nos encontró Jorge (su nombre real no será revelado). Ya hemos dicho antes, no nos gusta tomar las consolas de alguien más y modificarlas, principalmente por miedo a destruir los sueños y recuerdos que dicho alguien pueda tener asociados a su consola, pero una vez platicando con Jorge, pronto fue evidente que no tenía suficiente apego emocional a su consola para prevenir que le hicieramos cosas terribles.
Por lo que nos compartió, como muchos, Jorge, compró su consola en un mercado (o similar), con la intención de restaurarla él mismo. En algún punto, se dió cuenta de que ésto presentaba algunos inconvenientes. Muchas veces nos dejamos llevar por un sueño y luego, la vida sucede y no nos damos la oportunidad de dedicar el tiempo necesario para lo que pensabamos sería un pequeño proyecto, ahora convertido en casi 2 metros y 120 kilos de mueble de poca utilidad.
No se encontraba en terrible estado, honestamente, pero se trataba de una pieza de finales de los 60’s o principios de los 70’s. Una era en la que los ángulos rectos y puntiagudos eran elegidos como diseño por encima de las curvas de décadas anteriores; y si bien no solemos huir de los tonos dorados (ni de los contrastes generados al combinarlos con negro), un mueble de éstas dimensiones, con éstos ángulos, con un ornamento al centro de su frente desgastado estaba siendo relegado y reducido a una superficie para colocar cualquier cosa menos discos.
En cuánto a su origen, por lo que pudimos encontrar en su interior; la unidad fue construída en México por la compañía de origen Estadounidense (St. Louis, MO), Emerson Electric, ensamblada con partes, principalmente propias de Emerson, con diferentes fechas de manufactura, tan antiguas como 1965; siendo la pieza más moderna encontrada en su interior, un transformador fechado XII, 1966.
Basándonos en el hecho de que un transformador montado en la placa del amplificador de fábrica fue ensamblado en Diciembre de 1966, nos es fácil asumir que ésta consola fue terminada durante la primera mitad de 1967. Para finales de 1967, éste equipo, en su estado original, posiblemente se encontraba ya en casa de su primer dueño.
El mueble y la madera del mismo estaban en buen estado, pero es importante recordar que éstas consolas, rara vez eran fabricadas con la intención de que siguieran completas 50 años después, y los componentes de audio disponibles en nuestro país (México) no eran de la más alta fidelidad. El objetivo era construír consolas de audio económicas, a un precio asequible.
Se trata de una consola voluminosa, enorme, pero cuyo espacio designado para bocinas es súmamente estrecho. Midiendo escasos 21cm de alto, considerando que tendríamos que colocar cerca de 8cm de aislante acústico, nuestras opciones para bocinas son reducidas, pero tras probar múltiples sistemas de bocinas compactas, encontramos que el set que proporcionaba un mejor sonido era un par de bocinas, fabricadas por la marca de audio de origen Chino, Neumi, diseñadas como bocina central para teatro en casa.
La ventaja de las bocinas destinadas a aser usadas como centrales es que usualmente no son muy altas, normalmente anchas, y popularmente cuentan con no sólo un woofer, sino dos. El formato pequeño y alargado de éstas bocinas, permitió incluír en ésta consola 4 woofers de 5″ y 2 tweeters de 1″. Apenas suficientes para desperar a los vecinos.
Una vez resuelto éste pequeño inconveniente, nos encontramos con otro similar: el espacio físico para la tornamesa es de apenas 1cm más profundo que un disco de 12″. Imposible sería incluír una tornamesa como las que hemos instalado antes. La posibilidad de fabricar nuestra propia tornamesa, siguiendo un diseño propio fue explorada, pero finalmente, por disponibilidad de partes (o más bien, la falta de las mismas), optamos por la popular Elemental de la marca Austriaca Pro-Ject.
El siguiente reto, involucraba reutilizar la carátula de la consola. La carátula es quizás la parte más visual, más llamativa, y la que más solemos asociar con el equipo por una simple razón: Es en dónde se encuentran todos los botones y es la interfaz con la que más frecuentemente interactuamos con la consola. Por lo mismo, nos gusta tratar de incorporarla más allá de un objeto meramente decorativo; usualmente, reutilizamos algún switch o interruptor como mecanismo de encendido principal, pero a veces es complicado hacerlo a consecuencia de que el equipo es antiguo y a veces, fabricado con estándares poco ideales en la modernidad.
La primera intención era reutilizar uno de los “dientes” frontales como control de encendido, pero pronto notamos que sería muy débil y nos encontramos con inconsistencias en el interruptor. Por lo que terminamos utilizando un potenciometro de dos posiciones para el encendido de la consola. Nos gusta, también, saber que de una docena de botones, sólo el dueño de la unidad sabrá cuál de todos es el de encendido. Sólo Biff Tannen puede arrancar su Ford Super Deluxe Convertible. #BTTF
Para proporcionar el verdadero amplificador que merece Acvstica Blackhawk, instalamos uno de nuestros amplificadores más confiables. Un equipo híbrido con amplificador clase A/B y preamplificador a bulbos, con phono preamp y recepción Bluetooth, así como DAC via entrada óptica y puerto USB entregando 30 watts por canal al set de bocinas Chi-Fi Neumi de 6ohms, con 2 woofers de 5″ y un tweeter de domo cada una mencionadas antes.
Al final, nos tardamos más de lo que usualmente nos tardaríamos en completar una consola, pero el resultado fue satisfactorio, y por fortuna, Jorge siempre fue amable y amistoso con nuestras demoras; comprehendiendo que una pieza elaborada por varias partes diferentes requería tiempo para encontrar el balance perfecto entre las mismas; y tras varios meses de espera, Acvstica Blackhawk descansa en un hogar permanente en dónde se le sacará jugo todos los días.
¿Por qué Blackhawk?
Como es de saber, nos gusta nombrar las consolas que salen de nuestras instalaciones; y un tema frecuente son los autos clásicos (con la excepción de Bonham, elegida por el legendario baterísta de Led Zeppelin, John Bonham). Elegimos el nombre de acuerdo a lo que sentimos que la consola nos pide (o nos recuerda). Ésta consola, al ser enorme (midiendo arriba de 1.70m de largo), y pesando tanto que requerimos de contratar a un par de mudanceros para cargarla; no nos podía recordar más que a una lancha de lujo de la época propia de fabricación original de la consola misma.
En éste caso, el auto es el Stutz Blackhawk. Un auto diseñado por el mismísimo Virgil Exner, uno de los diseñadores de autos Americanos más celebrados, se trata de uno de los autos más lujosos de su época (y de la historia de los autos, siendo honestos).
Cuenta la leyenda que en 1970, Elvis Presley competía / rivalizaba con Frank Sinatra en relación a la adquisición del primer Stutz Blackhawk. El fabricante, Stutz, ofreció vender el segundo prototipo del Blackhawk (el primer prototipo era el auto del dueño de Stutz), a Sinatra con la condición de que el distribuidor de Stutz Motors mostrara el auto en público y obtener fotografías para publicidad de Sinatra mismo con el auto. Sinatra rechazó la oferta, Elvis la tomó, y el 9 de Octubre de 1970 pagó $26,500 dólares (hoy más de $182,000 dólares americanos).
Presley compró al menos 5 Stutz Blackhawks, el primero, fue destruído por uno de sus choferes, en 1971 y fue restaurado después de su muerte. En 1971 compró un segundo Blackhawk negro para él mismo y uno blanco para su médico en Las Vegas. En 1972 financió otro blanco y posteriormente otro negro en 1973, siendo éste último, su preferido.
Presly llegó a tener más de 200 autos, y posiblemente, ése Blackhawk era su favorito. Tan es así, que el mismísimo rey manejó su Stutz Blackhawk III 1973, con un motor V8, entregando 230bhp, con interior en piel roja y detalles en oro de 18 kilates, a su casa en Graceland, tan sólo unas horas antes de fallecer, el 16 de agosto de 1977.
Hoy, muchos de sus autos se encuentran en exhibición en Graceland, Tenessee.
La lista de dueños célebres de un Stutz Blackhawk incluye a Dick Martin, Lucille Ball, Sammy Davis Jr (quién compró 2, uno para él, uno para su esposa), Dean Martin (tuvo tres, chocando uno de ellos portando placas diciendo “DRUNKY“), Robert Goulet, Evel Knievel, Wilson Pickett, Lugi Colani, Johnnie Taylor, Johnny Cash, Leonora Carter, Curt Jürgens, Erik Estrada, Larry Holmes, Jerry Lewis, Charley Pride, Liberace, Willie Nelson, Lou Brock, Isaac Hayes, Muhammad Ali, George Foreman, Tom Jones, Billy Joel, Elton John, Paul McCartney, Al Pachino, Wayne Newton, Barry White, H.B. Halicky y supuestamente, el Shah de Irán tuvo 12 Blackhawks.
Todos tenían originalmente una placa conmemorativa en el tablero, con el nombre del dueño original. Una verdadera joya del mundo automovilístico.
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