Por recomendación del dueño de nuestra primera consola, Acvstica Rebel 1.00M, recibimos una solicitud para construir una consola más. Usualmente nuestro canal de ventas funciona al revés. En cuánto tenemos una consola terminada y lista para encontrar un nuevo hogar, ésta es anunciada en el boletín / newsletter de la página, y después en nuestras redes sociales, pero optamos por aceptar el reto y hacer una unidad para León.
El primer paso siempre es encontrar una consola en buen estado. Sabiendo que León era fan de nuestra primera consola, idealmente, nos iríamos a la segura procurando encontrar una consola similar. Al poco tiempo, la encontramos.
No estaba en perfecto estado, pero nunca esperamos que sea así. Su tornamesa no funcionaba, el amplificador producía más ruido que cualquier otra cosa, y las bocinas estaban quemadas, tras años de pobre conservación. Pero la unidad era perfecta para nuestra siguiente consola. Así que la compramos.
Fue comprada a la familia del dueño original, y éso siempre nos da mucho gusto. ¡Inclusive habían conservado el manual original!
Por desfortuna, no logramos encontrar datos en relación al fabricante, pero juzgando por la semejanza con Acvstica Rebel 1.00M, asumimos que fue fabricada en el mismo lugar; General Electric, c. 1965. La tornamesa que integraba ésta consola era una Garrard AT6, un tocadiscos bien recibido para el mercado económico.
Por dentro, fuera de una capa de casi 2 centímetros de grosor de polvo casi solidificado, encontramos la tarjeta de control de calidad de Garrard. El cartón se desintegró parcialmente en cuanto lo tocamos (o, quizás simplemente el texto en la tarjeta “No desprenda esta tarjeta del motor” era más amenaza que sugerencia). Pero alcanzamos a ver el nombre de la persona que hizo las pruebas, y la fecha. Desgraciadamente, no entendemos la letra del individuo. Quizás el nuevo dueño de la consola decida compartir una imagen del tarjetón en redes y podamos descifrarlo.
Acvstica Rebel 1.20M
Primero, nos pusimos a trabajar en el mueble. La madera estaba en buen estado, pero el acabado no tanto. Éstos acabados en resina epóxica son muy vistosos y protegen la madera de excelente forma, pero son muy fáciles de rasguñar y de dañar permanentemente. Así que hicimos lo que pudimos para traerle vida nueva. Incluyendo un total re-acabado de los cantos, para asegurarnos de que el acento dorado fuera igual al dorado que utilizamos en el resto de los accesorios.
Probamos bocinas de Polk Audio, ELAC, Yamaha, PSB, KEF, Fluance, Neumi y JBL; finalmente eligiendo la oferta de Fluance como la predilecta. En cuánto a la tornamesa, León nos mandó las dimensiones del equipo que ya posee. Usualmente no es una práctica que acostumbremos (utilizar o contar con equipo ajeno), pero en cuánto nos dijo qué tornamesa tiene; entendimos perfectamente. Pues se trata de una Thorens TS160 mk-II. Nunca fue el tope de gamma, pero es una de las tornamesas más respetadas, fabricada por una de las marcas de tornamesas antiguas más respetada y apreciada en el mundo; así que nos sentimos sumamente humildes y apreciamos que León considere nuestras consolas dignas de hospedar a su preciada Thorens.
El amplificador fue otro punto al que se le dedicó una gran cantidad de horas hombre. Y ésto es porque para Acvstica Rebel 1.00M, usamos un pequeño amplificador híbrido clase A/B con preamplificador a bulbos, de tan sólo 12 watts por canal. Suficientes en muchos casos, pero ésta consola es 20cm más grande, con mucho más espacio para permitirnos instalar un set de bocinas mucho más capaces que las T15‘s que instalamos en Rebel 1.00M.
Inicialmente, instalamos el amplificador visto a la derecha. Con una potencia total de 50 watts y un phono preamp integrado. Pero tras pruebas, no logramos que pasara de un promedio de 61.3db a un metro y medio de distancia. Tras cambiar a favor del amplificador de 104 watts totales, obtuvimos una satisfactoria medición de 69.7db bajo las mismas condiciones. Y después de ajustar la espuma acústica en el interior de la unidad, sellarla y colocarla junto a la pared, alcanzó los 70.4db en promedio, y 79db en la medición máxima.
No es novedad que una de las partes más importantes en la fiel reproducción de audio es la habitación, pero es posiblemente la parte que más se olvida y menos atención se le brinda. La habitación en dónde hacemos nuestras pruebas está lejos de ser el ambiente ideal para las mismas, pero se trata de una sala relativamente grande, con pisos de cerámica y ventanas de piso al techo. Así que consideramos que si el equipo proporciona un buen volumen de sonido (aka “presión“) sin distorsión y con buena fidelidad en nuestra habitación, sólo podrá mejorar en la del cliente.
Y así fue. El resultado fue aceptable en nuestras pruebas, y a la hora de la entrega y la instalación, la combinación de aparatos nos mostró una vez más, que la música es más que la suma de sus partes.
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