Tras meses de búsqueda, encontramos la unidad que sería nuestro primer projecto. Encontramos a Alex, quién no nos pudo dar mucha información sobre la historia de su consola, pero nos aseguró que, aunque no era evidente, había sido querida y apreciada por varias décadas, pero simplemente, no tenía ya uso.
En plena pandemia de coronavirus, mucha gente está buscando formas de recuperar algo de dinero para sobrevivir, y muchos están optando por deshacerse de equipos que han brindado goce a familiares por décadas.
Nos tomó cerca de 1 hora, considerando que hay menos tráfico en nuestra CDMX, llegar al sitio en donde recogeríamos ésta pieza, y en tan sólo un rápido vistazo, sabíamos que sería nuestro primer proyecto.
Era una consola fabricada por General Electric, hecha en México y hasta el momento, no hemos podido rastrear más información sobre ella. Estaba sucia, con una gruesa capa de polvo en su interior; posiblemente jamás había sido limpiada por dentro. Con serios rasguños en su tapa y sus patas dobladas.
En su interior, una vieja tornamesa Garrard, igualmente hecha en México. Aún funcional, y tras hacer pruebas, notamos que mantenía una velocidad constante de 33.25 RPMs (un poco por debajo de los 33.33 RPMs utilizados en LP’s de 12″, pero aún dentro de lo aceptable; en especial considerando su edad) muy bien.
Lo curioso, además de lo sorprendente que fue descubrir que el motor aún era preciso, y que el mecanismo “automático” aún era funcional, fue que para obtener ésos 33.25RPMs, era necesario posicionar el selector de velocidad en 45RPMs. Una vez que desensamblamos la tornamesa, identificamos que el caucho encargado de la selección de velocidad, estaba simplemente en terible estado, tal y como era de esperarse.
La tornamesa fue instalada originalmente, con un amplificador a bulbos, que, en aquella época, no era considerado un objeto visualmente atractivo, como lo es hoy, y se encontraba montado en la parte inferior por dentro de la consola; completamente oculto y sin housing alguno.
Finalmente, las bocinas originales, absolutamente terribles. Construídas prácticamente en su totalidad de papel, presentando un cono de papel kraft y suspensión del mismo material. Pero, sorprendemente, aún en estado funcional. Verdaderamente increíble.
Las bocinas encontradas en la consola, aún funcionales, serán reemplazadas, como to lo demás, por un equivalente moderno mucho superior; satisfaciendo los nostálgicos recuerdos del nuevo dueño, o mejor aún, creando nuevos.
La madera y construcción de ésta consola, se encontraba en mal estado. Rasguños, sin brillo. Partes del acabado rotas, paneles despostillados; y quizás lo menos rescatable, la malla de las bocinas.
Tras una rápida pulida el acabado negro realmente escondía un hermoso nogal obscuro, y la malla de las bocinas estaba en tan mal estado, que sería necesario reemplazarla por completo por una nueva.
Acvstica Rebel 1.00M
Con el deseo de asignarle un nombre único a cada una de nuestras consolas, e inspirados por los autos clásicos, escogimos tomar prestado el nombre del popular auto AMC Rebel, un sedán de talla mediana, comercializado entre los años 1967 y 1970, y el número que hemos asociado, 1.00M, representa la dimensión más larga de nuestra consola: 1 metro.
Para éste equipo, nuestro ingeniero ha escogido instalar un set de bocinas de la reconocida marca estadounidense Polk Audio, de la serie T15, por su compacto tamaño y respetable respuesta (particularmente de graves); junto con una tornamesa Music Hall MMF-1.3, con cartucho y aguja de Audio Technica, amplificados por un equipo de diseño norteamericano híbrido clase A/B y a bulbos, todo con cableados y conexiones libres de oxígeno, chapados en oro, para brindar el buscado sonido cálido, característico de los bulbos, a la sala de la afortunada casa que cuidará de ésta consola.
Lo primero por hacer fue sin duda la parte más tediosa, resanar y restaurar la belleza natural de ésta consola. Con la ayuda de artesanos locales, logramos rescatar gran parte del brillo de la tapa elaborada en nogal con una gruesa capa de resina epóxica. Se resanaron esquinas golpeadas y se igualó el color como se hubiera hecho con un auto. El resultado es un mueble que no esconde su edad, pero la porta con elegancia.
No ha sido fácil pero finalmente encontramos las malla perfecta para reemplazar la malla de las bocinas actuales. Lo malo es que se encuentra en el otro lado del mundo. En Ucrania.
Mientras esperamos, hemos instalado el equipo para probar su desempeño y hemos quedado contentos con el resultado. Un sistema de audio con componentes de excelente calidad, resultan en un objeto digno de admiración, respeto y apreciación.
Uno de los mayores problemas con piezas como ésta es el hecho de que al tener las bocinas en el mismo ambiente, y en contacto directo con la tornamesa; el sonido emitido por las bocinas es re-capturado por la aguja que, descansando sobre el disco, recoge las vibraciones y las introduce de nuevo a la captura del sonido. Esto ocasiona un vicio, y realmente es imposible de eliminar. Para mitigarlo, hemos tomado todas las precauciones posibles; entre ellas, forrar el interior de la consola en espuma acúsctica, colocar espuma en los puntos de contacto de las bocinas con la madera y suspender la tornamesa en espuma acústica para mantener la transmisión de vibraciones al mínimo.
El resultado ha sido visto como un éxito. Y hemos logrado reducir el vicio dramáticamente y mantenerlo a un nivel aceptable. La consola llena de música una habitación de mediano tamaño sin ningún problema y los componentes elegidos son de una calidad que nadie podría cuestionar. Ciertamente justificando el tiempo dedicado.